INTRODUCCIÓN

Realmente este trabajo es sólo una aproximación a la vida y obra del pintor ubetense D. Domingo Molina Sánchez. Lo cierto es que posee un currículum tan extenso que debería abordarse en una obra más compleja y más ambiciosa. Son tantas las facetas de su biografía, de su producción pictórica, de su labor docente, académica y gestora, así como su participación en el campo del cartelismo y de la ilustración, que obligatoriamente se impone un estudio más profundo, pormenorizado, académico y científico de toda su obra. Y aunque ese momento aún no ha llegado, afortunadamente, se le ofrece este homenaje, en vida, que acabará poniendo de relieve, con la exposición de su trabajo reciente, la relevancia de este pintor que no solo honra a su oficio, a su ciudad, y al patrimonio cultural de la provincia de Jaén, si no que es un personaje vivo, que retrata prácticamente a la cultura española de la segunda mitad del S.XX.

Domingo Molina Sánchez

SU BIOGRAFÍA Y TRAYECTORIA PROFESIONAL HASTA 19771

Domingo Molina Sánchez nació en Úbeda el 14 de abril de 1922, ciudad que prácticamente no abandonó nunca, a la que ama profundamente y en la que, en la actualidad, sigue viviendo y pintando. Podría decirse que son sus dos grandes pasiones, junto con su familia y su mujer Paquita.

1 Entrevista realizada por el autor de este artículo al pintor Domingo Molina en la Escuela de Arte "José Nogué" de Jaén, durante los días 9 y 11 de Enero de 2006.

Su padre era el menor de siete hermanos: seis varones y una hembra, y todos dedicados a la agricultura. Es decir, no existía precedente alguno que hiciese sospechar que Domingo acabaría dedicándose al arte. De hecho, su padre fue el único que abandonó las tareas del campo para trabajar como contable en una oficina, por lo que tampoco hubo conexión alguna con el mundo artístico.

Aún así, y según confesión propia, desde muy pequeño ya sintió cierta inclinación por una tímida intuición hacía el arte. Fue de esta forma como llegó a realizar con sólo seis años una primera lámina de reproducción, a nivel de dibujo técnico, del Salvador de Úbeda, y un poco más tarde una serie de copias de caricaturas que estaban sacadas originalmente del periódico ABC.

Decía el propio Domingo que no tenía ninguna conciencia de que el arte le interesara. Era un alumno brillante. Durante sus años de bachillerato, que realizó en el Instituto de Baeza, asegura que de la misma manera que destacaba en dibujo lo hacía de igual forma en el resto de las asignaturas.

Fue precisamente cuando comenzó la Guerra Civil Española, teniendo 14 años, cuando ingresó en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Úbeda. Y es aquí, obviamente, cuando comienza, de una forma tímida, evidentemente, su formación académica como dibujante y pintor. Lo cierto es que esta institución acabará marcando su vida porque, a pesar de todos los avatares históricos y personales, no se desvinculó de ella hasta que se jubiló de forma forzosa en 1987, contando 65 años de edad2.

2 Datos ofrecidos por su hijo D. Manuel Ramón Molina, Jefe de Estudios de la Escuela de Arte "José Nogué" de Jaén, que ha recopilado pacientemente el currículo y buena parte de la obra de su padre, catalogándola de forma más que precisa y efectiva.

En una primera instancia, de 1936 hasta 1939 se dedicó única y exclusivamente a estudiar dibujo artístico. Verdaderamente esto es lo que dicen las crónicas y su propio biógrafo, pero, al parecer esto no fue así, ya que D. Domingo asegura que su primer maestro fue D. Cristóbal Ruiz, y este excelente pintor, que como dice Miguel Viribay sigue siendo poco reconocido y menos estudiado,3 ejerció su docencia en Úbeda desde la propia creación de la Escuela en 1927 hasta 1932, fecha en la que se trasladó a Madrid para incorporarse a la Cátedra de Paisaje de la Escuela de Bellas Artes de S. Fernando como profesor interino a propuesta de D. Daniel Vázquez Díaz.

3 Viribay, Miguel: “Cristóbal Ruiz y la claridad del sur”. Exposición 75 aniversario de la Escuela de Arte "Casa de las Torres", Úbeda, febrero, 2003. Sin paginar.

Cuenta Molina Sánchez que aún se conservan dibujos de D. Cristóbal en la escuela ubetense, y especialmente uno de un compañero de clase que realizó sobre papel con una técnica mixta de carboncillo y acuarela. Este señor aún vive y es incluso más joven que D. Domingo, lo que significa que obligatoriamente D. Domingo Molina Sánchez ingresó en el centro en 1932 o incluso antes, para de esa forma poder haber coincidido con su profesor D. Cristóbal Ruiz. Tendría, por lo tanto, entonces unos 10 años de edad. No pudo ser de otra manera puesto que al iniciarse la guerra, no sólo no se encontraba en Úbeda, sino que tuvo que exiliarse, como otros tantos intelectuales, primero a Puerto Rico y más tarde a México4.

4 Exposición 75 aniversario de la Escuela de Arte "Casa de las Torres". Op. Cit. Biografía de Cristóbal Ruiz Pulido. Va sin firmar y sin paginar.

Independientemente de esto, y en su largo recorrido como alumno, advierte D. Domingo que no sintió nunca una influencia profunda de ninguno de los profesores que tuvo en estas primeras décadas, en aquellos tumultuosos años de la guerra, pero tampoco lo hace cuando completó su formación académica a lo largo de su carrera, y menos aún, puesto que definitivamente la edad ya se lo impedía (al haber forjado una personalidad pictórica ya muy acusada) ,cuando obtuvo en 1966 el título de profesor de Dibujo en la Escuela Superior de Bellas Artes "Santa Isabel de Hungría", de Sevilla. También es cierto que este título lo obtuvo como alumno libre, durante los años 65 y 66, acudiendo sólo a los exámenes, lo que le impidió un contacto más estrecho tanto con el resto del alumnado como del profesorado.

Derribo de Sevilla
"Derribo de Sevilla"
Óleo sobre lienzo. 45 x 55 cm. 1966

Por lo tanto, podría afirmarse que ha sido y es un artista autodidacta al que conscientemente ningún profesional del gremio, ni de los grandes maestros, le deslumbró lo suficiente como para seguirle los pasos y convertirse en discípulo suyo.

Volviendo a los penosos años de la contienda civil hay que decir que era entonces Director de la Escuela D. Julián Ortiz Ramírez, profesor de modelado y madrileño de nacimiento. Lo recuerda especialmente porque fue quien recuperó buena parte del patrimonio artístico de Úbeda durante la guerra, pero al ser de izquierdas se vió obligado a dejar su cargo y marchar de nuevo a Madrid para dedicarse a la docencia, otro caso más de profesores depurados como producto de la ruptura que suponía la guerra civil5.

Una vez acabada la contienda, la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Úbeda se reorganiza. Estaba entonces vigente el plan de estudios de 1910, el primero que en rigor tuvieron las escuelas, aunque existieron planes anteriores.

5 Arnán y Lombarte, Florencio: "El Espíritu de Úbeda". Exposición 75 aniversario Escuela de Arte "Casa de las Torres". Op Cit. Sin paginar.

Para el caso de Jaén, el primer centro de este tipo que tuvo la provincia se situó en la capital, y ya se la cita por primera vez en 1887, aunque ya existía un reglamento para estos centros, a nivel nacional, desde noviembre de 1886, estando abierta ya una Escuela Central de Artes y Oficios en Madrid, que dependía de la administración central, y en concreto del Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Instrucción Pública.

Estos centros, junto con las Escuelas Provinciales de Bellas Artes, y otros, entraban dentro de lo que se llamaban: las Escuelas Especiales, cuya reorganización fue llevada a cabo por el Estado a partir de 1871, estableciéndose las nuevas reglas de su organización6.

6 Boletín Oficial de la Provincia de Jaén. Año. 1887, Jueves, 27 de enero, núm.: 12. Real Decreto del 5 de Mayo de 1871. Recio Mora, Rafael: “Escuela de Artes y Oficios de Jaén”. Primer Centenario. Edt. Consejería de Educación y Ciencia. Delegación Provincial de Jaén. Jaén, 1997, págs: 129 y 161

Para el caso de la Escuela de Úbeda todo se estructuró a partir de la Real Orden del 28 de septiembre de 1927, iniciándose las clases el 11 de diciembre de ese mismo año en el edificio renacentista de la Plaza de S. Pablo, en el que tuvieron emplazamiento las antiguas Casas Consistoriales. Y ya, a partir de aquí, en 1931 se generalizaron este tipo de centros por toda España, creándose una Inspección General para las mismas que debían dar cuentas al Departamento de Instrucción Pública7.

7 Arnán y Lombarte, Florencio: "El Espíritu de Úbeda".Clémentson Lope, Miguel Carlos: "Úbeda, Alcor de las Artes". Exposición 75 aniversario. Escuela de Arte "Casa de las Torres". Op. Cit. Sin paginar.

La cuestión, como sabemos, es que nada más comenzar la postguerra se reestructura por completo el centro por motivos más que evidentes que no son necesarios explicar. Es entonces nombrado Director de la misma D. Bartolomé Moreno Sotés, perito industrial y profesor de Dibujo Lineal. Se trató, como era lógico, de una designación política y a él se le encomendó que la pusiese de nuevo en marcha. Fue precisamente D. Bartolomé quien le ofreció, al entonces jovencísimo Domingo Molina que se hiciese cargo de la plaza de Profesor de Dibujo Artístico. Tenía entonces 18 años. Y en esas condiciones estuvo desde 1939 hasta 1961. A esto tendríamos que añadir que desde 1950 hasta 1967 alternó su tarea docente colaborando con sus dibujos, ilustraciones y caricaturas en la revista "Vbeda" qué siempre dirigió Juan Pasquau, que a la sazón era profesor de Historia del Arte del centro8. Mientras tanto su situación como docente ya había cambiado sustancialmente desde que en 1961, en Madrid, obtuviese por oposición libre la plaza de Entrada de Dibujo Artístico en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Úbeda9.

8 Bellón Zurita, Rafael: "En busca del Humanismo perdido". Exposición 75 aniversario. Escuela de Arte "Casa de las Torres". Op. Cit. Sin paginar
9 Datos ofrecidos por el que podríamos considerar su biógrafo. Su hijo, D. Manuel Ramón Molina, profesor de Fotografía de la Escuela de Arte "José Nogué", de Jaén

Dejaremos, no obstante, el estudio y análisis de su labor como ilustrador y cartelista para un capitulo especial dentro de este resumen de su obra.

En cualquier caso, y teniendo en cuenta que ha sido pintor toda su vida, es fácilmente comprensible que desde sus inicios en 1936 hasta 1967 ya poseía una vastísima y completísima obra. De hecho, en la actualidad, ya se tienen catalogadas cerca de 600 piezas, sin contar los dibujos, apuntes, bocetos e ilustraciones.

Es en todo este periodo cuando se deja seducir por todo tipo de estilos y movimientos de vanguardias, pero nunca dejándose fascinar particularmente por ninguno. Aunque es evidente que, aunque sólo fuera de manera inconsciente, la impronta del surrealismo y de la pintura metafísica se proyecta inevitablemente por toda su obra. Y eso es así incluso hoy en día. Esos guiños constantes al mundo de lo onírico se reconoce muy pronto no solo en su pintura, si no también en las viñetas e ilustraciones para Vbeda; aunque, según confesión propia, no fue precisamente Dalí su referencia. A mi entender habría que buscarla más en Magritte y en Giorgio de Chirico, en una especie de comunión entre ellos, aunque D. Domingo no se reafirme en esta cuestión estilística. Sólo admite la sugerencia de su empatía con los surrealistas, en mezcolanza con el realismo mágico y una figuración abstracta. Y es que, si hay algo que lo defina es lo bien que se desenvuelve dentro del eclecticismo artístico.

En cualquier caso, debemos tener en cuenta que aún estamos en 1961 y todavía le restan 26 años de producción en activo como pintor y docente, y justo en 1987 hemos de añadir otros 20 años más sacando a la luz obras desde su taller, con una lucidez pasmosa, y un amor, dedicación, y casi obsesión por la pintura. El oficio, al que en definitiva, ha dedicado su vida.

Pero retomemos su sosegada, paciente, pero constante trayectoria en sus diferentes facetas biográficas. Y de este modo nos situamos ya en 1966. En sólo dos años y medio (1964-1966) y como alumno libre obtiene el título de Profesor de Dibujo en la Escuela Superior de Bellas Artes “Sta. Isabel de Hungría “, de Sevilla. Es decir, adquiere el equivalente a lo hoy llamaríamos licenciado en Bellas Artes10, normalizando, visto desde nuestros días, su situación académica al adquirir un nivel superior, y el reconocimiento explicito de sus coetáneos compañeros en el mundo pictórico. Hay que tener en cuenta que miembro de aquel tribunal fue, entre otros, D. Daniel Vázquez Díaz. Su condición de alumno libre no le permitió llegar a profundizar y empatizar con los compañeros de la Escuela Superior hispalense, por lo que continuó su trayectoria reafirmada desde hacía ya cuarenta años; pero recuerda el haber conocido personalmente a pintores de la categoría de Pérez Aguilera o de Francisco Maireles, sin que se diese ningún tipo de contaminación artística entre ellos11.

10 Ibídem.
11 Entrevista realizada por el autor de este artículo al pintor Domingo Molina.........Op. Cit.

Trabajador incansable y teniendo ya más que un reconocido prestigio en su Úbeda natal, alternó la docencia en la Escuela de Artes Aplicadas ubetense con el trabajo como profesor de dibujo en el colegio Salesiano "Sto. Domingo Savio", también de Úbeda, y lo hizo por espacio de 12 años, desde 1970 a 198212, coincidiendo buena parte de esta labor con su tarea gestora y administrativa en su centro de referencia; puesto que desde 1977 a 1987 (qué es cuando se jubila forzosamente a los 65 años de edad) llevó a cabo las tareas como Director de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Úbeda13.

12 Datos ofrecidos por su biógrafo D. Manuel Ramón Molina................Op. Cit
13Ibídem.
14Ibídem.

Pero antes de profundizar en este asunto, al qué dedicaremos especial atención, se observa que la década de los 70 del S. XX fue especialmente fructífera para él, porque ya en su imparable trayectoria artística y docente obtiene sus primeros reconocimientos públicos de relevancia. Y así en 1973 es nombrado Profesor de Termino de Dibujo Artístico de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Palencia, por oposición libre, que para los no iniciados era como obtener la condición de Catedrático. Año (1973) que coincide con el nombramiento como jurado del premio "Alonso Cano" de la Universidad de Granada14.

Desnudo de mujer sentada
"Desnudo de mujer sentada" (Ejercicio de oposiciones)
Dibujo al carboncillo. 100 x 70 cm. 1973

Es preciso aclarar que en Palencia no ejerció nunca: ya casado y con descendencia, sus obligaciones familiares con sus padres, que aún vivían, fue lo que motivó que acabase pidiendo una Comisión de Servicio para marchar a la Escuela de Úbeda (de la que en realidad nunca salió).

Es por esto por lo que afirmábamos desde el principio que su vinculación con su ciudad, y con la Escuela de Artes Aplicadas de la misma, constituyen una constante en su vida, puesto que, al fin y al cabo, nunca se desvinculó de ninguna de las dos; siendo de esa forma que la historia de la ciudad y de ese centro prácticamente durante todo el S. XX han estado relacionadas íntima y estrechísimamente con él.

En aquella oposición del año 1973 quien ganó la plaza de Profesor de Término de Dibujo Artístico fue D. Juan Hidalgo, de Córdoba. Y por lo tanto, tal y como acabamos de contar, los dos formaron parte de ese departamento o seminario en Úbeda hasta 1979. Verdaderamente, Juan Hidalgo tenía un enorme interés por marchar y ejercer en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos "Mateo Inurria" de Córdoba, de la que llegó a ser Director en la década de los 90, pero no se volvieron a convocar oposiciones hasta el año 1979, creándose una plaza de Término, de Dibujo Artístico, en la Escuela de la Plaza de la Trinidad. Fue entonces cuando D. Domingo Molina decidió presentarse a las mismas, que por cierto eran restringidas, ganando la oposición, y esto fue lo que permitió permutar con Juan Hidalgo y normalizar su situación como Profesor de Término en la escuela ubetense.

Resulta curioso, y eso delata el panorama artístico y educativo de algunos de nuestros centros (e incluso podríamos afirmar que hasta gracioso y ridículo) qué según cuenta D. Domingo Molina solía presentarse a las oposiciones y concursos de las Escuelas o de Bellas Artes, únicamente para poder hacer ejercicios del natural, en movimiento o desnudos, que en Úbeda (en la Escuela, evidentemente o en su propio taller) le era imposible hacerlos entonces15. Y ciertamente, de todo esto ha quedado constancia documental, y así desde el año 1959 comienza ese periplo: ese año se presenta al Concurso Nacional de Pintura "Acento" en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid. Al año siguiente vuelve a hacerlo16 en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona con un "Bodegón" y un "Paisaje de Úbeda". En 1961 participa en la X Exposición colectiva de Otoño de Sevilla. Y así podríamos seguir, prácticamente, durante toda la década de los 60, de la que destacamos especialmente el II Certamen Nacional de Artes Plásticas de Madrid (1963) o la Exposición Nacional de Bellas Artes madrileña de 1964.

Bodegón
"Bodegón" (Fondos del Museo Provincial de Jaén)
Óleo sobre lienzo. 54 x 65 cm. 1952

Pero recordemos que decíamos también que los años 70 fueron especialmente significativos y satisfactorios en su vida profesional ya que empiezan a llegarle los primeros reconocimientos importantes. El más emblemático de todos ellos lo recibe precisamente en 1970 al obtener el premio del concurso “Alonso Cano”, de Pintura, de la Universidad de Granada17. En concreto el 3 de octubre de 1970, y lo hizo con una obra que llevaba como título “Nueva Crucifixión“, un cuadro que Domingo Molina había pintado en 196218 y que en su año de realización ya figuró en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid19.

15 Entrevista realizada por el autor de este articulo al pintor Domingo Molina. Op Cit. Ver también con respecto a la fecha del nombramiento de su toma de posesión en Palencia los datos ofrecidos por su biógrafo, e hijo, D. Manuel Ramón Molina. Op Cit.
16 Datos ofrecidos por su biógrafo D. Manuel Ramón Molina
17 Ibídem
18 Ibídem
19 Ibídem

A nivel provincial, y desde 1943, venía recogiendo una considerable cosecha de premios: en Jaén, Úbeda, Cazorla, Linares, etc., pero recuerda especialmente D. Domingo el premio granadino, que por otra parte no fue el único, pero sí el más importante: el concurso "Alonso Cano". Este certamen lo organizaba como hemos dicho la Universidad de Granada y era entonces Rector de la misma D. Federico Mayor Zaragoza, que a través de un acto solemne le hizo entrega del mismo. Formaba parte del jurado el ganador del año anterior, que a la sazón lo fue el pintor García Maldonado quien elogió abiertamente su labor pictórica.20.

Nueva Crucifixión
"Nueva Crucifixión" (Rectorado de la Universidad de Granada (Hospital Real))
Óleo sobre lienzo. 89 x 116 cm. 1962

20 Entrevista realizada por el autor de este artículo a D. Domingo Molina..........Op. Cit
21 Ibídem
22 Ibídem
23 Ver los datos ofrecidos por su biógrafo, D. Manuel Ramón Molina

García Maldonado era ya un personaje conocido para Domingo Molina, especialmente en su tarea como muralista, otra faceta más que, más tarde, trataremos de una forma más abierta. Ahora sólo cabría decir que compitió con él en el concurso que se organizó para la decoración de la Iglesia de los Padres de S. Juan de la Cruz, en Úbeda, con el tema de uno de los episodios de la vida de este santo. Lo cierto es que García Maldonado acabó haciendo este mural, hoy bastante deteriorado21. También es verdad que se conservan los bocetos que para este trabajo hizo D. Domingo Molina pero carecen de fecha.

Pero volviendo al tema de los premios y reconocimientos, Molina Sánchez formó parte en 1973 como miembro del jurado del premio "Alonso Cano", puesto que ya sabemos que era preceptivo que el ganador formase parte del tribunal del mismo certamen22. Esto tuvo lugar en el IV premio "Alonso Cano" para las Artes Plásticas, que en ese momento estuvo sólo dedicado a la pintura, así estaba regulado en el no: 9 de la base decimocuarta del certamen. Fue el entonces Vicerrector J. Bosch quien le nombró miembro del jurado de la convocatoria de 197323.

Boceto Mural iglesia Padres Carmelitas
"Boceto Mural iglesia Padres Carmelitas"
Óleo sobre cartón

24 Ibídem
25 Ibídem

El otro premio granadino al que hacíamos alusión, al decir que el premio "Alonso Cano" no fue el único, ya lo había recibido 11 años antes que éste. Se trataba del primer premio en la I Interprovincial de pintura al aire libre, en Granada, por su cuadro: "En el Estudio. El Retrato de Parra"24. De hecho repasando su trayectoria resulta casi lógico que el premio "Alonso Cano" acabase en sus manos, porque probablemente después de Úbeda (y de la provincia de Jaén) ha sido la ciudad con la que mayor vinculación personal y artística ha tenido, aunque también es cierto que nunca ha expuesto individualmente en ella.

En este último sentido (sus exposiciones individuales) podemos decir que sus periodos más intensos, que viéndolos en perspectiva resultan sorprendentemente escasos, han sido las décadas de los 80 y de los 90 del S. XX con 10 exposiciones: cinco en cada una de ellas. La mayoría en Úbeda (cuatro en total), y el resto en la provincia y en la propia ciudad de Jaén, si exceptuamos la de 1987 en la Galería de Arte "Velázquez" de Valladolid, y la de 1991 en la Casa de Úbeda en Madrid. En esta misma cuestión, llama poderosamente la atención que con anterioridad al año 1962 nunca realizó una exposición individual, siendo la primera la de ese año, que inauditamente la realizó en Madrid, en la "Sala Alcón"25.

En el Estudio (el retrato de Parra)
"En el Estudio (el retrato de Parra)"
Óleo sobre lienzo 81 x 65 cm. 1956

En este sentido, por lo tanto, estamos en disposición de afirmar que ha sido un pintor que se ha prodigado poco: que pintaba mucho pero que elegía minuciosamente sus exposiciones. En definitiva, que le interesaba pintar pero no exponer. Y esto se pone de manifiesto también en su escasa proyección nacional e internacional, de la que hablaremos en su momento.

Pero volviendo al tema de su vinculación con Granada, con las consiguientes expectativas que levantó al conseguir el premio "Alonso Cano" en 1970, (junto con otras virtudes artísticas más que evidentes), hay que destacar que su relación profesional con la ciudad del Darro arranca desde fecha tan temprana como la de 1959, cuando D. Domingo sólo contaba con 37 años. Lo cierto es que durante tres años consecutivos Molina Sánchez fue seleccionado por la Fundación Rodríguez-Acosta. Los dos primeros años para el concurso-exposición que celebraba esta conocida institución, y el tercer año (1961) para la exposición colectiva, que también formaba parte de un concurso-exposición sobre "Decoración Mural". Y aún quedaban dos exposiciones más antes de llegar al codiciado premio: la Exposición del "Grupo Jaén" en el Centro Artístico de Granada, de 1967, y el Concurso-Exposición "Alonso Cano" de la Caja de Ahorros granadina, de 196826.

26 Ibídem

Pero seguimos aún en los años 70, tan definitorios para nuestro pintor, (tal y como ya se dijo en su momento), ya que está repleto de premios, participaciones en eventos de importancia, y, por otra parte, alcanza su plenitud en su condición docente y gestora como Director de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Úbeda: el mismo año de 1970 se le selecciona una obra, en la fase regional de Sevilla, para participar en el Concurso Nacional de Arte Contemporáneo, en Madrid, con el óleo "Escultor Grecorromano". En 1971 obtiene el premio “Hidalgo de Caviedes“, de pintura, en el primer concurso homenaje a Rafael Zabaleta, de Quesada (Jaén). Ese mismo año figura en la Exposición XXX aniversario de la Escuela Superior de Bellas Artes "Sta. Isabel de Hungría", de Sevilla, con su obra “Víctor para un pintor”. En 1974 participa en la Exposición-Subasta de Pintura "Lucha contra el Cáncer" en la Sala de Arte del Castillo de Jaén. Y al año siguiente es seleccionado en los concursos nacionales de 1975, en la sección de Pintura, con su obra "Dos Figuras", en Madrid27.

Cacharros II
"Cacharros II" (Ayuntamiento de Quesada)
Óleo sobre lienzo. 73 x 92 cm. 1971

Pero, como ya sabemos, e independientemente de esta cuestión, su labor pedagógica, funcionarial, administrativa y gestora no la abandonó en ningún momento, en una trayectoria impecable, sugerente y brillante, hasta alcanzar la dirección del centro dónde inició sus estudios: estos son los años de su premio "Alonso Cano" (1970), de su nombramiento como profesor de Término en la Escuela de Palencia (1973), su nombramiento como jurado del premio de la Universidad de Granada (1973), su toma de posesión como Director de la Escuela de Úbeda (1977), y por último, su nombramiento de profesor de "Dibujo Artístico" de la Escuela de Artes Aplicadas de Córdoba (1979).

27 Ibídem

SU LABOR DOCENTE. LA DIRECCIÓN DE LA ESCUELA DE ÚBEDA.

En este trabajo todas las facetas anteriormente citadas han sido ya tocadas, es el momento, por lo tanto, de destacar su labor como Director de la Escuela Ubetense, teniendo en cuenta que ejerció el cargo desde el año 1977 al año 1987.

Antes de su toma de posesión y durante muchísimos años (desde enero de 1954 hasta mayo de 1977) fue Director del centro D. Manuel Fuentes Garayalde, que fue quien propuso a D. Domingo Molina para sucederle en su puesto. Verdaderamente este personaje es clave para entender buena parte de la historia de la actual escuela de Úbeda, entre otras cosas porque fue él quien consiguió la recuperación y rehabilitación del actual edificio como sede para este centro: la famosa Casa de las Torres (un imponente edificio Plateresco atribuido al maestro Diego de Alcaraz, mandado construir hacia 1520 por el Comendador D. Andrés Dávalos, y declarado monumento nacional mediante Real Orden de 25 de mayo de 1921). Con anterioridad la escuela tenía como sede otro palacio renacentista: el antiguo ayuntamiento o cárcel vieja, que aún existe, y que se encuentra entre las confluencias del Paseo del Mercado y de la calle La Cárcel. Este edificio dejó de albergar a la Escuela de Artes Aplicadas en 1968 porque desde 1946 coexistían en el mismo dos planes de estudios: las llamadas "Escuelas de Trabajo" y la de "Artes y Oficios", esto fue lo que provocó que el inmueble se quedase pequeño y se pensase en una nueva sede para la Escuela de Arte.28.

28 Clémentson Lope, Miguel Carlos: "Úbeda, Alcor de las Artes". 75 aniversario Escuela de Arte "Casa de las Torres". Op. Cit. Sin paginar.

Los logros de Garayalde son más que evidentes, pero de la misma manera, también es cierto que él consiguió su cargo por razones políticas. Él, en realidad, era Perito Industrial y siempre ejerció como profesor de matemáticas29.

29 Ver lo datos de la entrevista realizada por el autor de este articulo a D. Domingo Molina.

Desde el punto de vista pedagógico y curricular, cuenta D. Domingo Molina que el gran acierto y avance que obtuvieron nuestros centros, en sentido general, fue la implantación del Plan de Estudios de 1963 que sustituía al de 1910. Estamos hablando de un proyecto curricular que permaneció activo (el de 1910) por espacio de 53 años, lo que indica el abandono al que han sido sometidas nuestras Escuelas, de forma persistente y organizada, por parte de las diferentes administraciones y que aún desgraciadamente pervive, y no de forma soterrada precisamente, a pesar de los nuevos planes de estudios vigentes. Sin embargo, en 1977 la implantación del organigrama del "63" era todo un logro, puesto que algo tan vivo como la educación es imposible que permanezca ajena a los cambios históricos, sociales y educacionales por espacio de más de medio siglo, y eso, evidentemente, sólo se explica por el régimen político que entonces vivía desgraciadamente España.

Pero si este fue el gran logro, el mayor desacierto que planeó sobre nuestros centros fue la implantación de las "Escuelas-Talleres", ya que a nuestras instituciones se le hizo un enorme daño, haciéndose la competencia entre ellas, y todo por obtener los beneficios del Fondo Social Europeo. Especialmente perjudicadas salieron las Escuelas de Baeza y Úbeda, ya que especialidades como: Albañilería, Fontanería, Electricidad, Forja, Carpintería, Cantería y Escayolista las perdieron nuestros centros al destinar los ayuntamientos las subvenciones de la Comunidad Económica Europea a las Escuelas Talleres, otorgándoles dichas especialidades.

La cuestión es que según Domingo Molina la innovación que supuso el plan 63 fue debida principalmente al pintor D. Antonio Zarco, que entonces ejercía en la Escuela Superior de Bellas Artes de S. Fernando de Madrid, y que había sido compañero de carrera del famosísimo pintor Gordillo. A esto habría que añadir que, codo con codo, con D. Antonio Zarco es imprescindible citar a D. Florencio Amán y Lombarte (antiguo Inspector General de las Escuelas de Arte), ya que fueron los que iniciaron el proceso de renovación, siendo las escuelas de Úbeda, Mérida, Soria y Teruel dónde se experimentó todo el proceso de cambio, incluso llegó a hablarse del "espíritu de Úbeda" ya que el arranque de las conversaciones partió de allí30.

30 Amán y Lombarte, Florencio: "El Espíritu de Úbeda". 75 aniversario de la Escuela de Arte "Casa de las Torres". Op Cit. Sin paginar.

Siendo ya director del centro ubetense y bajo el mandato de Molina Sánchez los talleres mas significativos, durante las décadas de los 70 y 80, fueron los de: carpintería, cerámica y el taller de grabado y estampación que, por cierto lo monto D. Antonio Zarco y, que hoy, junto con el bachillerato artístico, constituye uno de los buques insignia de esta escuela de Arte. Hay que advertir que aun no existía el de Espartería.

Durante los años que ejerció este cargo destaca a una serie de personajes que por allí pasaron, y que, en su mayoría, acabaron dedicándose a la docencia. Con especial recuerdo cita a: Luis Juan Torres, que hoy en día ejerce en un I.E.S. de Úbeda. A Nicolás de la Torre y Antonio Camprubí que son docentes en la Escuela de Artes y Oficios de Úbeda (destacando todos en su época de juventud dentro del mundo del grabado). A Antonio Espadas, excelente pintor, que fue auxiliar o meritorio en la Escuela de Arte y fue nombrado hijo predilecto de Úbeda. A Antonio Lechuga, que con el tiempo acabó convirtiéndose en un famoso pintor ubetense y dedicándose a la docencia. Y por último, a Diego Olmedilla, que hoy en día es pintor y profesor de instituto en Madrid.

Ciertamente este tipo de recordatorios es siempre ingrato porque inevitablemente acaba quedando alguien en el olvido, pero D. Domingo los recuerda con especial cariño, y aunque el listado no sea completo es significativo, a mi entender, hacer memoria de los profesionales que hoy ejercen, o bien la docencia, o se encuentran consagrados en el campo de la pintura, gracias a las enseñanzas de Molina Sánchez, y a su labor como director del centro ubetense durante aquellos diez años.

Por otra parte no pensemos que su labor como director del centro artístico de mayor peso de Úbeda hizo que Domingo Molina abandonase su carrera como pintor y su pasión por el arte. Los años 80 están cargados de exposiciones, premios y otra suerte de trabajos, tales como su incursión en el mundo de la escultura. Pero en este sentido, tal y como ya advertimos, haremos un capítulo aparte donde analizaremos su obra como escultor, muralista, cartelista e ilustrador.

La cuestión es que incluso dentro de su vida académica los 80 introducen un nuevo cambio, ya que en 1981 se le permuta su titulo de profesor de dibujo, obtenido en la Escuela Superior de Bellas Artes "Santa Isabel de Hungría", de Sevilla (en 1966) por el de licenciado en Bellas Artes, por la Facultad Hispalense, una vez que se crean estas instituciones. Tema este en el que hay que recordar a otro insigne jienense, que fue uno de los gestores e impulsores en la creación de ese tipo de facultades: estamos hablando de Paco Baños.

Paco Baños estudió en Madrid y acabó siendo catedrático de dibujo en la Escuela Superior de Bellas Artes valenciana, pero de forma paralela también fue el secretario de las "Asociaciones del Profesorado de los Niveles Medios y Superior, que incluían: bachillerato, artes y oficios, música y universidad", siendo el tesorero José Esteve Edo, y todo ello bajo el mandato de el entonces ministro de educación D. Antonio Lago Carballo, y esto fue lo que, en definitiva, terminó haciendo evolucionar a las Escuelas Superiores de Bellas Artes.

Cuando el ministro Villar Palasí obtuvo la cartera de educación dió por sentado en la inauguración del curso de Bilbao la próxima incorporación de las enseñanzas de las Bellas Artes como una más de las secciones de la universidad. Fue su sucesor Julio Rodríguez, que era sevillano, quien acabó consiguiéndolo, incorporando a la escuela superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría a la universidad sevillana. Pero lo cierto es que el peso de todo este proceso lo llevaron las escuelas Superiores de Sevilla y Valencia, y posterior (y tímidamente) la de Madrid.

Verdaderamente en todo este significativo cambio Francisco Baños fue fundamental, junto con Santiago Rodríguez, hasta el punto de que el preámbulo de la ley de incorporación de las Escuelas Superiores a las facultades de Bellas Artes es casi textual al expuesto por Baños y Rodríguez. Es más, Baños intervino en el ordenamiento y estudio de casi todas las disciplinas del detallado y razonado plan de estudios, junto con la programación particular de las mismas31.

31 Rodríguez, Santiago: "Baños y Valencia". (Baños: la ley de la buena forma). Exposición organizada por la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Jaén. Jaén, 2004, págs: de la 57 a la 61

Hecho este paréntesis, decíamos que los años 80 están cargados de trabajo en la vida y en la obra de Domingo Molina, y así en los años 80 y 85 realiza dos exposiciones individuales en la Galería de Arte “Eduma” de Linares. Pero no sólo eso, en las mismas fechas participa en tres exposiciones colectivas: en el homenaje a Picasso del Museo provincial de Jaén, en la dedicada a Manuel Ángeles Ortiz (1980, con la misma sede), y en el 85, en la Exposición de pintores Contemporáneos de Jaén. Por otra parte, en 1981 recibe el segundo Premio del I Certamen de Pintura "Cristóbal Ruiz" de Villacarrillo. Pintor poco pródigo, como sabemos, en los 80 realiza otras dos exposiciones individuales: la ya citada de la Galería de Arte "Velázquez" de Valladolid, y la que realiza en la Galería “Jabalcuz” de Jaén, a la que habría que sumar la de 1984 en la inauguración de la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros de Granada en Úbeda. Y entre tanto, los premios y los reconocimientos no se le resisten, ya que en 1984 recibe el tercer Premio Jaén de Pintura "Club 63".

Dos Figuras
"Dos Figuras"
Óleo sobre lienzo. 116 x 89 cm. 1973

En definitiva, que su labor como director de la escuela de Úbeda y su tarea docente no le impidieron nunca dedicarse a su labor envolvente y pasional como pintor, que es como siempre se ha definido Domingo Molina Sánchez.

Por fin, abandona su tarea docente en 1987 mediante una jubilación forzosa a los 65 años de edad.

SU LABOR PICTORICA

Ya hemos dicho repetidamente que la pintura ha sido siempre y aún hoy lo es su gran pasión. Nunca dejó de pintar y, dentro del campo de lo anecdótico su familia ha llegado a sentir cierta preocupación porque absorto en su arte sigue actualmente olvidándose de los horarios elementales en la vida cotidiana de cualquier familia, ya que nunca encuentra el momento adecuado de dejar los pinceles. También ya se ha apuntado, en algún lugar, que se tienen catalogadas más de 500 obras suyas, concentrándose las principales colecciones: en los ayuntamientos de Cazorla, Linares, Quesada y Villacarrillo. En su Úbeda natal, junto con su colección particular y familiar, se reúne y conserva la mayor parte de su producción: CajaSur, Caja General de Ahorros de Granada, Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y la propia Escuela de Arte. El resto se focaliza en la "José Nogué" de Jaén, en la Galería "Eduma" de Linares, en la "Velázquez" de Valladolid, en el Museo Provincial de Jaén, en el Rectorado de la Universidad de Granada, en la Sala Alcón de Madrid y en numerosas colecciones particulares32.

32 Ver los datos ofrecidos por su biógrafo e hijo D. Manuel Ramón Molina... Op.Cit

En el Estudio - IV
"En el Estudio - IV"
Carboncillo. 76 x 65 cm. 1991

Dentro de su pintura, Domingo Molina valora extraordinariamente el dibujo, pero lo entiende como el mayor soporte que pueda tener una obra pictórica. Lo cierto es que esto se ajusta milimétricamente al concepto que de este arte tuvieron los Surrealistas, la Pintura Metafísica y el Realismo Mágico, de cuya mezcla nace la mayor parte de su producción desde el punto de vista estilístico. Pero es que si analizamos también su iconografía, muchos de los morfemas utilizados por estos movimientos quedan puntualmente expuestos en la mayoría de sus cuadros más maduros, y además en todo esto tiene mucho que ver la fotografía, ya que él la suele utilizar con muchísima frecuencia como soporte para realizar composiciones, sobre todo de paisajes, y ya sabemos que este era uno de los encantos de los surrealistas.

Desde el punto de vista técnico confiesa que ha disfrutado fluctuando entre el pincel, la espátula (pero no para añadir mucha materia, sino para obtener un aspecto de hule o de brillo) los collages, el uso de telas en menor medida, las arpilleras, el mínimo uso de los acrílicos, y siempre destacó su preferencia y decantación por el óleo. La pintura al agua prácticamente no la ha tocado (socarronamente confiesa que la única vez que lo suspendieron en la Sta. Isabel de Hungría fue por una acuarela). La tempera, sin embargo, la ha utilizado más, sobre todo para los trabajos de ilustración.

En el Estudio - IV
"En el Estudio - IV"
Pastel. 70 x 50 cm. 1991

En cuanto a los temas, su preferencia ha sido y sigue siendo la figura humana, y esto desde el comienzo de su carrera. Es más, confiesa que fue en su juventud cuando más retratos hizo y al mismo tiempo cuando más encargos recibió. En este sentido su familia ha sido siempre su tema preferido pero realizó retratos de todo tipo de los que recuerda especialmente dos, que hizo casi de forma simultánea, de dos jueces que ejercieron en Úbeda, una vez que consiguieron su condición de magistrados. Los ensalza porque quedó muy satisfecho de su trabajo y ni siquiera se conservan fotografías de ellos. Hoy en día suponemos que pertenecen a colecciones particulares y Molina Sánchez tiene un especial interés en localizarlos.

En definitiva, la figura humana es una constante en su pintura aún incluso cuando vemos sus naturalezas muertas, donde suelen aparecer con connotaciones abiertamente surrealistas, porque a renglón seguido y entre sus temas preferidos se encuentran precisamente los bodegones, muy abiertos a todo tipo de objetos, en los que no tiene ningún inconveniente en introducir no sólo personajes y figuras, como decíamos, sino incluso hasta paisajes, y es que en este sentido es un artista abiertamente ecléctico.

Don Fernando Martín
"Don Fernando Martín"
Óleo sobre lienzo. 112 x 93 cm. 1973

Aún queda por destacar otra parcela en la que ha experimentado de forma profunda: el paisaje. Especialmente, y sabiendo el enorme amor y devoción que siente por su tierra, resulta lógico que la mayoría de los paisajes sean ubetenses, pero ha sabido captar de forma magistral la luz y el color de otras provincias andaluzas, y con ayuda de la cámara recogió y resumió en su taller el ambiente amable y acogedor de Praga, el bullicio y la belleza barroca de Roma, el urbanismo ordenado londinense y el cosmopolitismo neoyorquino.

Lo cierto es que al hablar de este asunto deberíamos tratar de su escasa proyección internacional, elegida consciente y abiertamente por él, a pesar de que en más de una ocasión se le ofreció la posibilidad y se le impulsó a que lo hiciese, frenando esas inquietudes exógenas el propio pintor. Aun así habría que decir que en 1965 fue seleccionado en la II Exposición "Las Artes en Europa", de Bruselas, que a continuación se exhibió en la Sala Abril de Madrid, con el cuadro "Gólgota" (tríptico), y que tres años más tarde participó en la I Bienal de Arte Contemporáneo, celebrada en el museo Galliera de París en la que presentó el tríptico "Maternidad"33. En el interés por dar a conocer su obra a nivel nacional e internacional hay dos personajes claves en su vida: Pepe Ventura y Lorenzo Lechuga. A través de Ventura, que fue un afamado fotógrafo, consiguió exponer no sólo en Madrid (tal y como hemos reseñado ya), sino que incluso logró que Domingo expusiese en Bruselas (también ya comentado), y que la misma obra expuesta en Bélgica viajase a Nueva York. Por su parte Lorenzo Lechuga, que fue alcalde de la ciudad en la década de los cincuenta, y que siempre sintió gran admiración hacia él, no solo le encargo obras para el embellecimiento del ayuntamiento de Úbeda (que desgraciadamente no llegaron a realizarse nunca), sino que fue él quien más le recomendó que saliese de su ciudad para poder alcanzar así cierto reconocimiento internacional ya que siempre tuvo una auténtica fe ciega en su valía como pintor. Lechuga fue un alcalde fugaz (desde julio de 1953 hasta el 20 de mayo de 1956) pero era un hombre culto y muy progresista (simpatizante de izquierdas), de familia muy acomodada y perito agrónomo de profesión.

33 Ibidem

Gólgota (tríptico)
"Gólgota (tríptico)"
Óleo sobre papel. 74 x 54, 73, 34 cm.
Decada de los 70

Maternidad (tríptico)
"Maternidad (tríptico)"
Óleo sobre lienzo. 100 x 50, 100, 50 cm. 1959

La cuestión es que D. Domingo (como es tan frecuente en el mundo del arte) siempre prefirió su taller y su trabajo en soledad, olvidándose, casi por completo, de esa labor de marketing, de exposiciones, presentaciones y del farragoso mundo de los contactos y las galerías, y todo en aras de su propio arte y de mantener a su familia unida y especialmente cuidada. En definitiva: nunca ha perseguido la gloria del triunfante, se regodea en la intimidad de su ordenada, disciplinada y callada tarea de pintor, lo que evidentemente no mengua absolutamente nada su categoría como artista.

Pero independientemente de esta cuestión, Molina Sánchez sigue tan activo como siempre, estando la década de los 90 y lo que llevamos del siglo XXI repleta de exposiciones, trabajos y reconocimientos, con una evolución en su pintura perceptible a simple vista y reconocida por él mismo. Cuenta D. Domingo que actualmente, impresionado por la Mass Media, posee una extensa colección de figuras del cine, del teatro y de las celebridades más consagradas de la vida cultural internacional que aparecen casi de forma involuntaria en sus cuadros. En ellos el mundo del surrealismo y de lo onírico lo impregna todo, armonizándose las "efigies" con un fondo de lo más ecléctico. Según él este tipo de obras las ha hecho desde siempre pero actualmente las repite con mayor intensidad, incluso ha llegado a advertir que la misma figura (personalidad o celebridad) aparece en varios cuadros sin que él haya sido consciente de ello34.

34 Entrevista realizada por el autor a D. Domingo Molina... Op.Cit

Tal y como decíamos, y a pesar de su avanzada edad, solo en la década de los 90 ha efectuado cinco exposiciones individuales. Es decir que en plena madurez ha mostrado su obra en solitario tantas veces como llegó ha hacerlo en la década de los 80: tres de ellas, y como era de esperar, se realizaron en Úbeda, siendo la mas significativa de las tres la celebrada en 1992, en la sala de Exposiciones del Hospital de Santiago ubetense. Es la más emblemática porque, en realidad, fue una exposición-homenaje "50 Años de Pintura 1942-1992". Es decir, estamos hablando de una retrospectiva de toda su producción que fue impulsada por la Escuela de Úbeda, siendo director de la misma D. Tomás Doña Jiménez. Con esta muestra merecidísima el centro del que fue director le rendía así, mediante una exposición antológica, un más que merecido homenaje. Por otra parte en la sala del "Pintor-Elbo", y con la misma sede, volvió individualmente a exponer en 1998 y 1999, constituyendo, hasta el momento, una especie de canto del cisne en su trayectoria pictórica. Y aún nos quedan otras dos más que citar: la de 1991 en la "Casa de Úbeda" en Madrid, y la que tuvo lugar en 1997 en la sala de exposiciones de la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Jaén35.

35 Datos ofrecidos por su biógrafo e hijo D. Manuel Ramón Molina

Verdaderamente en toda esta cuestión hay un asunto que deberíamos puntualizar. Ya conocemos el escaso interés que D. Domingo siempre ha sentido, y no es solo una cuestión de pereza, por mostrar sus obras (individual o colectivamente), es por eso por lo que sorprende aún más que el número de exposiciones de esta década sea idéntico al de los años 80. La cuestión es que ha sido su hijo D. Manuel Ramón Molina (actual jefe de estudios de la Escuela de Arte "José Nogué" de Jaén) quien se ha encargado de impulsar el nombre de su padre y de poner de manifiesto, dándolo a conocer al público, todo cuanto producía D. Domingo, lo que explica de forma palmaria las sucesivas y continuas exposiciones, y esto es así prácticamente desde que Manuel Ramón contaba con tan solo 15 años. Y es que, en esencia, su hijo es realmente su biógrafo, su archivero, su galerista y casi que podíamos añadir que su comitente, hasta el extremo de que ha sido él quien ha obligado literalmente a su padre a participar en las ya mencionadas muestras, y en las exposiciones colectivas, que también van desde el año 90 al 98: de esta manera formó parte de la exposición "Artistas Plásticos en Úbeda" (1990) en la sala de exposiciones del ya citado Hospital de Santiago. En 1997 en la llamada "Pintores de Jaén" celebrada en la Galería de Arte "Eduma" de nuestra capital, y en 1998 en la colectiva "Pintores con los Niños" cuya sede fue la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén36. Por último, no podemos dejar de mencionar el enésimo galardón recibido recientemente por Molina Sánchez, y así en 2005 recibió el premio de la Casa de Jaén en Granada, por su larga y dilatada obra como artista de fama reconocida37.

36 Ibidem
37 Ibidem

Antes de dar por finalizado este epígrafe, o capítulo dedicado a su tarea como pintor, me gustaría dejar constancia de un entuerto del que la prensa se ha hecho eco con cierta frecuencia, y es su pertenencia al renombrado "Grupo Jaén". Es absolutamente cierto que expuso junto a ellos en dos ocasiones: en 1966 y en 1969. La primera en la Sala Gran Casino de Ciudad Real, y la segunda en la Sala de la Caja de Ahorros de Córdoba38. Pero según confesión propia, y conociendo su introspección con su particular mundo, afirma de manera rotunda que nunca perteneció al grupo, es más no sintió nunca ninguna afinidad por el mismo, sólo recuerda la empatía entre Fausto Olivares y él, ya que Fausto tenía ya una mayor proyección exterior y una más marcada personalidad. Define el grupo, en suma, como un grupo generacional, cuya formación partió de la iniciativa de los pintores de la capital jienense39.

38 Ibidem
39 Entrevista realizada por el autor a D. Domingo Molina

DOMINGO MOLINA SANCHEZ:
MURALISTA, ESCULTOR, CARTELISTA E ILUSTRADOR.

Tal y como ha quedado reflejado a lo largo de todo este trabajo, Domingo Molina es por definición pintor, pero en una carrera tan dilatada, y estando vinculado a una Escuela de Artes y Oficios desde su infancia, resulta lógico que puntual o devocionalmente terminase abocado, en algún momento de su vida, hacia las artes aplicadas en algunos casos, y en general hacia el mundo de las Bellas Artes de forma inevitable, y eso es justo lo que trataremos a partir de ahora, completando ese perfil que marca definitivamente su carrera como artista.

SU LABOR COMO MURALISTA

En esencia puede afirmarse con rotundidad que sólo tiene dos murales, pero por los formatos, el tratamiento pictórico y los lugares de ubicación podríamos mencionar otros dos, más las obras fallidas que nunca llegaron a realizarse pero de las que se conservan los bocetos.

Los conservados son de la década de los 70, estando ubicados en la Caja de Ahorros de Córdoba en Úbeda (1974) y en la escuela de Artes y Oficios ubetense. El primero de ellos se colocó en las oficinas que la sucursal tenía en c/ Gradas y su soporte fue la tela. Desde el punto de vista icnográfico es un canto al mundo bursátil y tecnológico que hace avanzar a la sociedad hacia la prosperidad y la cultura, presentando tres alegorías: en el centro la tecnología, a la izquierda la agricultura y a la derecha el arte. Cuando se convirtió la entidad en Cajasur se trasladaron las oficinas a la c/ Nueva, y fue entonces cuando se mermó el mural porque se prescindió de uno de los fragmentos por falta de espacio. Afortunadamente la esencia del mural perdura porque lo que se eliminó fue un fondo neutro que quedaba en uno de los paneles. Al parecer, y teniendo en cuenta que ya estaba previsto el cambio de oficinas fue lo que motivó que no se hiciese directamente sobre el muro, si no en tela, tal y como hemos dicho. Por lo que respecta al segundo (el de la escuela de Artes y Oficios de Úbeda) es también de la década de los 70 y esta dedicado a los talleres del centro. El mural se realizó sobre el paramento y tiene unas dimensiones de 3,16 metros por 6,29 metros. En este caso prefirió el acrílico sobre el muro enfoscado.

Mural
"Mural"
Cajasur Úbeda
Acrílico sobre tela. 267 x 355 cm. 1974

Los otros dos que aún perduran y que por el formato, ubicación y uso podemos considerar como murales son: el que realizó D. Domingo para un comercio de Úbeda llamado “El Métrico”, ya que se trata de unos almacenes de tejidos que se encuentran en la c/ Trinidad, está fechado en 1950 el soporte es óleo sobre lienzo y el formato es de 1,50 metros por 1,82 metros. Iconográficamente lo podemos considerar como una "marroquinería" ya que representa un zoco árabe. Mientras que el segundo es uno muy reciente (del año 2002) y que lleva por titulo "Corpus Christi". Lo pintó para la Cofradía del Santísimo Sacramento de Úbeda y se suele utilizar como toldo para cubrir la calle en la procesión del día del Corpus. Tiene un formato gigantesco y esta pintado en cuatro fases. Iconográficamente presenta una Custodia que contiene el Cuerpo de Cristo colocada sobre una interpretación del escudo de Úbeda.

Artes y Oficios
"Artes y Oficios"
Escuela de Arte "Casa de las Torres" Úbeda
Acrílico sobre muro. 3160 x 6290 cm. 1971

Pero el proyecto más ambicioso como muralista de Molina Sánchez nunca llegó a realizarse: se trataba de la decoración mural de la pared frontal y de los tres paños de acceso de la escalera del ayuntamiento de Úbeda. Pero la historia de este "desencuentro" arranca en la década de los 50 y aproximadamente hacia 1956. Y esto es así por que lo primero que se le encargó fue el mural de la pared frontal de la escalera. El comitente fue el ya nombrado D. Lorenzo Lechuga que fue alcalde de Úbeda desde julio de 1953 hasta el 20 de mayo de 1956, fecha en que toma posesión D. Miguel Sánchez Díaz. Hay que apostillar, sin embargo, que desde 1952 fue alcalde accidental o en funciones en varias ocasiones, por enfermedad e intervenciones quirúrgicas de D. Pedro Sola. La cuestión es que para dar estabilidad al cargo D. Pedro Sola dimitió, lo que facilitó el nombramiento de D. Lorenzo Lechuga como alcalde de la ciudad. Hemos contado todo esto porque no se sabe a ciencia cierta cuándo se efectuó el encargo y cuándo comenzaron los primeros trabajos preparatorios, sin embargo hay una pista que nos puede ayudar a concretar la fecha, y es que en septiembre-octubre de 1955 se termina de arreglar la escalera del ayuntamiento (dentro de las actuaciones de rehabilitación del edificio, y por lo tanto el encargo debió hacerlo D. Lorenzo en esa fecha (1955), pero no llegó a ejecutarse porque dejó la alcaldía y su sucesor no estimó conveniente su ejecución. En cualquier caso Lechuga le dio absoluta libertad al artista para elegir el tema y D. Domingo escogió la famosa "Batalla de Gibraltar" (un tema local de la historia ubetense con los famosos doce leones) y cuyos trabajos y bocetos conserva el pintor en su colección privada, estos trabajos podemos situarlos en 1956 ya que no están firmados.

Batalla Gibraltar
"Batalla Gibraltar"
Óleo sobre lienzo. 170 x 125 cm. 1956

Mural Ayuntamiento
"Mural Ayuntamiento"
Tempera sobre papel. 70 x 100 cm. 1973

La segunda parte de esta historia desafortunada podemos fecharla en la década de los 70 en este caso y sin que mediase encargo alguno Molina Sánchez efectuó una serie de dibujos, bocetos y ensayos preliminares (que se conservan) para la decoración mural de los tres paños de los tramos de la escalera del ayuntamiento. Estos trabajos D. Domingo se los ofreció a varios alcaldes pero nunca se llegó a concretar nada. La iconografía elegida pintor fue: episodios de la historia de Úbeda, de la vida de San Juan de la Cruz, la efigie de San Miguel Arcángel, la de la Virgen de Guadalupe (patrona de Úbeda) y el escudo de la ciudad40.

40 Datos ofrecidos por su biógrafo e hijo D. Manuel Ramón Molina

SUS TRABAJOS ESCULTORICOS

En esta parcela de las Bellas Artes tuvo mayor fortuna porque los comitentes tuvieron a bien encargarlas, se realizaron y aún siguen "in situ" en los lugares primitivos de ubicación. Estamos hablando de dos monumentos que se encargaron en 1971 y 1974 respectivamente, y los dos tienen una impronta política más que evidente que se relacionan, por las fechas, de forma palmaria con el régimen anterior. El primero es un monumento a los Caídos que se encuentra en el Patio de Armas de la Academia de Guardias, de la Guardia Civil ubetense, y fue un encargo que le hizo la Agrupación de Cofradías de Úbeda. El contrato se firmó el 8 de junio de 1971. El segundo es una escultura-homenaje que se le hizo a Antonio Gutiérrez "El Viejo", que era el responsable de la sección de Acción Católica de Úbeda, y que se encuentra ubicado en la playa de la "Barrosa" de Cádiz (Chiclana de la Frontera) se inauguró el 8 de agosto de 1974.

Monumento a Antonio Gutiérrez
"Monumento a Antonio Gutiérrez"
Acero. 1974

SU TAREA COMO PUBLICISTA E ILUSTRADOR.

Da la impresión que D. Domingo Molina Sánchez se siente especialmente cómodo en este tipo de trabajos ya que desde los años 40 ha estado vinculado con el mundo del cartel y de la ilustración, y como siempre al servicio de su ciudad natal.

Resulta obvio que su estrechísima relación con la escuela de Artes y Oficios lo pusiese en contacto con el mundo de las Artes Aplicadas y del diseño; pero por otra parte no olvidemos que sus orígenes mas remotos como artista parten precisamente de aquellas copias que gustaba hacer de las caricaturas e ilustraciones del periódico ABC, resulta, por lo tanto, casi premonitorio que acabase dedicándose (en otra faceta más de su vida artística) al mundo de las Artes Graficas.

Cartel Semana Santa
"Cartel Semana Santa"
Tempera Sobre Papel. 1945

Como cartelista ha trabajado siempre para la Semana Santa o para la Feria de Úbeda, y el primero es del año 1945. De esos primeros carteles a penas si se conserva alguno. Los que existen son propiedad del autor, pero el grueso de ellos lo posee la Cofradía de la Expiración de Úbeda, y otros se vendieron a particulares. Estas primeras piezas estaban realizadas a tintas planas, pero cuando las reproducciones en huecograbado fueron mejorando fue cuando los hizo al óleo.

Desde un punto de vista numérico los más significativos son los que realizó para la ya citada Cofradía de la Expiración (institución que se fundó en 1604 y que se reorganizó después de la guerra). Fue un cuñado suyo quien acabó vinculándolo a la Cofradía, nombrándolo socio honorario; pero, sin embargo, su hijo Manuel Ramón fue nombrado en 1993 administrador, con lo cual D. Domingo puede decirse que nunca se ha desvinculado de la misma y desde 1995 hasta 1999 ha realizado todos los carteles de los cultos de Cuaresma de esa Cofradía, independientemente de los que ejecutó para la Semana Santa de Úbeda.

Procesión (en el interior del templo)
"Procesión (en el interior del templo)"
Pastel sobre papel. 1998

Es evidente que desde los años 40 hasta los finales del siglo XX el mundo del cartel ha evolucionado de tal forma que posee un lenguaje y técnicas propias, y así desde 1964 la fotografía sustituyó de forma paulatina a los fetiches tradicionales, pero aun así hay que advertir que Molina Sánchez ya dominaba el lenguaje específico del cartel porque nunca ningún tipógrafo tuvo que hacerle los bloques de texto o la elección del tipo de letra idóneo para los rótulos del mismo.

Específicamente dentro de este campo podemos destacar uno de forma especial, y que sí fue un encargo: se trata del cartel que conmemoraba el IV Centenario de la Fundación de la Cofradía de la Expiración. Se pintó en 2003 y vio la luz en 2004, siendo el comitente D. Juan Carlos Méndez Dueñas, el hermano mayor de la Cofradía.

Por lo que respecta a los carteles de la feria hay que señalar tres especialmente, aunque uno de ellos no llego a verse nunca expuesto ni editado. Los dos que vieron la luz son de 1983 y del año 2003. El de 1983 fue encargado por el Ayuntamiento de Úbeda a través de su concejal de festejos D. José López Salido y tiene la particularidad de que fue el primer cartel con el que se anunció la feria de Úbeda. A partir de aquí el ayuntamiento solía convocar un concurso para los festejos de San Miguel, sin embargo el año 2003 era lo suficientemente significativo para que el concurso se suspendiese y se hiciese a través de un encargo, y de esa forma garantizar la calidad extrema del mismo. Fue entonces cuando el ayuntamiento pensó en D. Domingo Molina, de esta manera el concejal de festejos D. Antonio José Jimena realizó el encargo.

Cartel tricromía - II
"Cartel tricromía - II"
Acrílico sobre Cartón. 1983

Lo cierto es que el motivo lo merecía ya que ese año coincidía con la declaración de Patrimonio de la Humanidad para la ciudad de Úbeda.

El otro que hemos querido destacar (que es propiedad del autor) y que Molina Sánchez presentó a concurso era también para la feria, pero servía, al mismo tiempo, como homenaje y celebración del 125 aniversario de la toma de la alternativa del famosísimo torero Rafael Molina: "Lagartijo", que tuvo lugar en la plaza de toros de Úbeda. Desafortunadamente el concurso no lo ganó pero (ya dijimos que se conserva) es por eso por lo que podemos añadir que estaba realizado al óleo para ser pasado a litografía y de aquí a su posterior reproducción.

Sangre y oro
"Sangre y oro"
Óleo sobre papel. 1989

Pero no acaba aquí la relación de D. Domingo con el mundo de la ornamentación y de la ilustración ya que durante muchísimos años, y por encargo de la cofradía de la Expiración, realizó toda una serie de pergaminos con títulos y honores a personajes relevantes de la ciudad. Habría que añadir que como comitentes de estas piezas ornamentales no siempre estaba detrás la cofradía, también otra serie de instituciones de la ciudad, y eran siempre regalos que se ofrecían a médicos, industriales, colaboradores de la revista Vbeda, etc. Solo nos cabe añadir que estos pergaminos de reconocimientos los realizaba usando técnicas mixtas.

En cualquier caso su labor mas intensa como ilustrador estuvo siempre vinculada a la revista Vbeda que dirigía D. Juan Pasquau (una publicación efímera puesto que solo se edito de 1950 a 1968). A pesar de ello, 18 años colaborando con la revista permitió a Molina Sánchez desarrollar una más que interesante tarea como ilustrador, a lo que habría que añadir que nunca colaboró con ninguna otra publicación (ya fuese periódico o revista).

Habría que puntualizar, sin embargo, una cuestión cronológica, ya que la última ilustración suya publicada en "Vbeda" vio la luz el 20 de julio de 1967. En el numero de 1968 (que fue la última que salió publicada, ya que la revista dejo de editarse) ya no aparece ningún dibujo o ilustración de Domingo Molina. En cualquier caso los números publicados están repletos de ornamentaciones, ilustraciones y caricaturas: otro vínculo intimista y profundo de Molina Sánchez hacia la ciudad de Úbeda, ya que no hubo personajes relevantes, pintoresco o popular que no pasase por el tamiz pictórico de los ojos de este ilustrísimo hijo de la ciudad ubetense.

Rafael Recio Mora
Profesor de Historia del Arte de la Escuela de Arte "José Nogué".
Octubre 2006